La rabia se contrae por lo
general por la saliva y/o a través de una mordedura o arañazo de otro animal
que ya está infectado, este animal puede ser rata, gato o perro, pero también
se puede contagiar a los humanos.
En la actualidad solo existen
tratamientos preventivos (vacunas) contra esta enfermedad que también puede ser
transferida al ser humano, pero hoy por hoy no existe un tratamiento que pueda
curarla si esta ya se ha presentado, por esta razón es muy importante aplicar
el esquema de vacunación de nuestra mascota siguiendo el calendario propuesto
por el veterinario.
En este padecimiento los síntomas
suelen presentarse entre la 3er y 6ta semana después del contagio y raramente se
puede presentar en periodos más largos.
La rabia presenta 3 fases las
cuales son:
Fase Prodrómica – En la cual puedes ver a la mascota (gato o perro)
con evidencias de nerviosismo y ansiedad y existe una tendencia al aislamiento,
se presentan algunos síntomas de fiebre y se cierto grado de agresividad en la
mascota, también se muestran episodios de irritabilidad sin aparente causa,
durando este proceso entre 2 y 3 días
Fase furiosa – La mascota comienza a mostrar síntomas extremos de
irritabilidad e hipersensibilidad a estímulos visuales o auditivos, también se
ve hiperactividad y falta de descanso. La mascota también se ve desorientada y
se presentan convulsiones hasta que llega el deceso, lo cual ocurre entre 1 y 7
días.
Fase paralítica – Es una fase rara y en ella se presenta parálisis
de los músculos de la cabeza y cuello lo cual ocasiona que el animal no pueda
tragar y este en constante salivación, la mandíbula presenta parálisis y por
tal causa el perro o gato no pueden cerrarla, esto conlleva a dificultades para
respirar y por consecuencia se puede presentar muerte por insuficiencia
respiratoria.
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